THE ICELAND CROSSING

16.11.2022

THROUGH THE WALL OF WIND

I duck my head, clinging tightly to the handlebars of my fatbike. The wind is so strong that every step is a battle. It's fierce and merciless. it feels like we are penetrating a wall. Shortly before, a sudden gust had violently dismounted Anne Maria from her bike. There is no place to take cover. We feel very unprotected. This is madness

Text: Fernando del Valle Bravo and Anne María Lund - Photos: Fernando del Valle Bravo


Leaving civilization behind

Day 1. Early departure from Reykjavík. In Vik i Myrdal, on the last bus that should have taken us to the vicinity of the small village of Kirkjubæjarklaustur, the driver cannot find room for the heavily loaded bicycles. We have to pedal the 40 km asphalted Ring Road 1 to the beginning of the track.

The day is fabulous and the road is easy. After about 4 hours we reach the proper start of the route. We enter the comfortable R-209 track and shortly after we take the more demanding F-232 which penetrates into the bowels of the mind-blowing Landmanalaugar.

In the evening, with the sun still high on the horizon, we we set up CAMP 1 in a beautiful meadow by the fierce Leira River.

In front of us rise the huge, white, and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes between lava fields and idyllic slopes covered with moss and deep green grass. Beauty and magic combine with menacing, dark forces that seem to come from hell itself.

A great peace envelops us, but we can´t help a feeling of unease and dread creeps over us.

Iceland does not give anything for free and we know that we will be sorely tested in the days ahead. 

The adventure has begun.

Before us rise the huge, white and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes amidst lava fields and idyllic moss-covered slopes and deep green grass.
Before us rise the huge, white and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes amidst lava fields and idyllic moss-covered slopes and deep green grass.
At dusk, with the sun still high on the horizon, we found a beautiful spot next to the intimidating Leira River, where we set up Camp 1.
At dusk, with the sun still high on the horizon, we found a beautiful spot next to the intimidating Leira River, where we set up Camp 1.

A great peace envelops us, although a feeling of uneasiness and fear takes hold of us. We know very well that Iceland doesn't give anything for free ...


Entering a primordial world

Dia 2. We wake up to what looks like it is going to be a beautiful day. The glaciers are glowing brightly and the green of the meadows is even more intense than the previous afternoon. The river roars nearby.

The track, stony and demanding, winds gently upwards through a huge lava field, a remnant of the huge explosion of the Laki volcano in 1783. Its eruption opened a long rift with 130 craters and spewed out huge quantities of sulphurous gases for 8 months. More than 20% of the Icelandic population perished, devastating almost all farms and livestock. A thick sulphur-containing haze, spread to Western Europe and caused thousands of deaths. In North America, the winter of 1784 was the longest and coldest winter ever known.

With these things in mind we pedalled slowly into this desolate landscape which, over the course of time, has become an attractive scene of strange beauty almost impossible to describe.

The track snakes relentlessly between the lava fields. Sometimes it climbs gently, sometimes brutally. Often we are forced to put our feet on the ground, and panting and sweating, push the heavy bikes forward.

Little by little we enter this kingdom of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours, dreamlike waterfalls and icy rivers that make us shiver with cold when we cross them... The temperature is mild, the sun occasionally peeps through the clouds, although we feel cold when it disappears behind them.

Gradually advancing through these inhospitable landscapes, we can't help but feel a certain uneasiness. Will we be able to complete our objective and cross the island from coast to coast? Only time will give us an answer...

In the late afternoon, quite tired, we set up CAMP 2 next to a meandering river in a beautiful meadow covered with soft green moss.

Above us the track snakes through rugged mountains that promise tough climbs. But that's for tomorrow and tomorrow is a long way off ...

Beauty and magic combine with menacing, dark forces that seem to come from hell itself ...

Little by little we penetrate into this realm of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours ...
Little by little we penetrate into this realm of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours ...

Relentless rain. Iceland reveals its worst face.

Dia 3. Negros nubarrones cubren el cielo en la mañana del día 3. Un viento racheado zarandea la tela de la tienda. Nuestro más temido enemigo amenaza: Lluvia. Con lluvia no hay Goretex ni tejido moderno que valga, después de unas horas bajo ella todo acaba mojado, frio, deprimente y desagradable ...

Las primeras rampas son muy empinadas, empujamos las bicicletas apuntalando bien los pies en el pedregoso terreno para no resbalar hacia abajo. Mas tarde el cielo descarga una lluvia fría y persistente que no cesa en todo el día. Estamos deprimidos y preocupados pensando en lo muy desagradable que es el dormir mojado... La progresión es lenta, empinadas rampas se suceden unas tras otras. En una ocasión nos equivocamos de pista tomando otra que nos lleva a un inhabitado refugio donde nos podemos proteger por un rato corto de la lluvia persistente. Desafortunadamente hemos de rehacer 3 kilómetros muy empinados para volver a la ruta correcta.

Algo después un impetuoso río, muy crecido por la lluvia, nos obliga a cruzarlo dos veces con extremo cuidado. El agua nos llega casi hasta la parte alta de los muslos acabando todavía más mojados... El frio es intenso y la moral decae. 

Después de unas horas interminables bajo la lluvia, el frío y la niebla, llegamos la algo más fácil pista F-208. En ese momento, el cielo se abre y suelta una tremenda lluvia que nos deja totalmente empapados.
Después de unas horas interminables bajo la lluvia, el frío y la niebla, llegamos la algo más fácil pista F-208. En ese momento, el cielo se abre y suelta una tremenda lluvia que nos deja totalmente empapados.

Estamos deprimidos y preocupados pensando en lo muy desagradable que es el dormir mojado... 

Mientras que tratamos de secarnos un poco, aparece un todo terreno que, con grandes dificultades, consigue atravesar la furiosa corriente. Sus ocupantes nos aseguran que a 20 kilómetros podremos encontrar un refugio donde pernoctar. Esto nos da nuevos ánimos, pero 20 kilómetros en Islandia no se hacen rápidamente. Apretamos los dientes y continuamos kilómetro tras kilómetro.

Al cabo de unas horas eternas bajo la lluvia, el frio y la niebla, alcanzamos la más sencilla pista F-208. En ese momento los cielos se descerrajan dejando caer tal tromba de agua que cuando por fin llegamos al refugio, esta chorrea de cada molécula de nuestros cuerpos. 

Pero eso ya no importa, esta noche dormiremos a cubierto en secos y mullidos colchones y podremos secar la ropa. La vida sonríe de nuevo...


Landmanalaugar, el país de cuento de Hadas 

Dia 4. Cuando nos levantamos, el sol brilla alto en un bello cielo azul, y el aire parece estar lleno de nuevas promesas. Hoy la ruta nos conducirá hasta el mismo corazón de Landmanalaugar, unos de los lugares más impresionantes de todo Islandia. La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio. El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos. Es de una extraña belleza, parece no pertenecer a este mundo, como salido directamente de un cuento de hadas... Mudos y asombrados recorremos kilómetro tras kilómetro estos parajes, hoy afortunadamente acariciados por los suaves rayos del sol. Cruzamos incontables ríos y arroyos, unas fáciles otros más exigentes.

El día ha sido largo y duro, y al caer la tarde llegamos por fin al refugio de Landmanaulagar. Estamos contentos y satisfechos, poco a poco vamos avanzando en la ruta a pesar de las dificultades...

El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos.
El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos.
La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio.
La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio.
La temperatura es suave, el sol aparece de vez en cuando entre las nubes, aunque nos tenemos frio cuando desaparece detrás de ellas.
La temperatura es suave, el sol aparece de vez en cuando entre las nubes, aunque nos tenemos frio cuando desaparece detrás de ellas.

El paisaje que poco a poco se abre frente a nosotros, nos deja sin habla por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar ...

El paisaje nos deja boquiabiertos por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar. Enmudecidos de admiración, pedaleamos kilómetro tras kilómetro ...
El paisaje nos deja boquiabiertos por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar. Enmudecidos de admiración, pedaleamos kilómetro tras kilómetro ...

El muro de viento

Dia 5. Este día nos saluda con enjambres de pequeñas moscas que intentan penetrar en nuestras bocas, ojos, oídos o en donde sea... ¡es sumamente irritante! Pero nada podemos hacer, así que nos armamos de paciencia y procuramos ignorarlas.

El día transcurre sin muchas incidencias, el paisaje es impresionante, el tiempo es bueno, suave temperatura y la pista bastante decente con algunas rampas, pero en general todo el recorrido es en suave descenso.

Por la tarde llegamos a un enorme campo de cenizas volcánicas a los pies del majestuoso volcán Hekla ("Puerta del Infierno"). Tiene una altura de 1.491 metros estando su ladera noroeste cubierta completamente de refulgentes glaciares. Es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en tiempos históricos. Poco antes de alcanzar la carretera F-26, que seguiremos solamente por 4 kilómetros,

Al atardecer el viento se convierte casi de repente en un auténtico huracán. Es increíble, es casi imposible avanzar un paso... Es como un muro invisible... Al principio estamos protegidos por los campos de lava, pero más adelante, cuando salimos de ellos, nos azota con brutal fuerza. Intentamos pedalear algunos metros, pero Anna María es desmontada violentamente por una brutal ráfaga que da con sus huesos en el suelo ...

Afortunadamente la caída no tiene consecuencias, pero nos mete el susto en el cuerpo... Finalmente, tras no sé cuántas horas luchando contra este feroz viento, conseguimos alcanzar un sitio algo protegido donde, no sin dificultades, conseguimos montar el campamento...

Estamos agotados. ¿Qué pasa si este viento continúa durante días? ¿Podremos seguir avanzando en la ruta? ...

El paisaje es extranamente hermoso, el tiempo es bueno, la temperatura es suave y la pista es fácil de pedalear con algunas subidas, pero en general toda la ruta va en un ligero descenso.
El paisaje es extranamente hermoso, el tiempo es bueno, la temperatura es suave y la pista es fácil de pedalear con algunas subidas, pero en general toda la ruta va en un ligero descenso.
El volcán Hekla ("Puerta del Infierno") a 1.491 metros, con su cara norte cubierto por glaciares, es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en el tiempo histórico.
El volcán Hekla ("Puerta del Infierno") a 1.491 metros, con su cara norte cubierto por glaciares, es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en el tiempo histórico.

Después de no sé cuántas horas de batalla contra este violententísimo viento estamos exhaustos. ¿Qué pasa si continúa durante varios días?


El desierto volcánico

Día 6. La mañana siguiente amanece gris y lluviosa, pero el viento, aunque fuerte, ya no es huracanado.

Hoy entramos en la parte más emocionante e incierta de la ruta. Intentaremos recorrer en 3-4 días la desconocida y poco transitada zona sur del enorme glaciar del Hofsjökull y alcanzar el refugio de Kerlingarfjoll al pie de las fascinantes montañas del mismo nombre. 120 kilómetros de desierto volcánico. Las dudas aparecen constantemente en nuestros pensamientos... ¿Habrá pista? ¿Sera esta fácil de seguir? ¿Cuántos ríos hemos de cruzar, serán factibles? Todas estas cuestiones y otras más nos cruzan la cabeza, mientras que escalamos por una pedregosa pista, los 300 metros de desnivel que nos sitúan en la entrada de este enorme plato...

Hoy estamos muy cansados así que decidimos montar el campamento al cabo de unas pocas horas. Encontramos una pequeña depresión protegida del viento. El sitio es precioso, un verde prado lleno de flores y un pequeño arroyo... mejor imposible...

Apenas hemos recorrido 15 kilómetros hoy, pero debido al cansancio acumulado, decidimos darnos unas merecidas horas extra de descanso. Lo merecemos.

Hoy acampamos temprano en un pequeño valle protegido del viento. El lugar es hermoso, un prado verde lleno de hermosas plantas y un pequeño arroyo ... no podría ser mejor ...
Hoy acampamos temprano en un pequeño valle protegido del viento. El lugar es hermoso, un prado verde lleno de hermosas plantas y un pequeño arroyo ... no podría ser mejor ...

Hoy entramos en la parte más emocionante e incierta de la ruta. Intentaremos recorrer en 3-4 días la desconocida y poco transitada zona sur del enorme glaciar del Hofsjökull y alcanzar el refugio de Kerlingarfjoll.


El alto plateau

Día 7. El séptimo día amanece fantástico y aunque un viento frio y constante nos azota, no se ve ni una sola nube en el cielo. Es día es tan claro y azul que podemos ver prácticamente todo lo que nos rodea de horizonte a horizonte... La pista al principio es pedregosa y empinada y serpentea ganando altura paulatinamente. Es en estos magníficos días cuando todo este arduo viaje adquiere su sentido plenamente. Pero esto es difícil de explicar con palabras, es algo que hay que vivir...

El día pasa al principio sin apenas incidencias, aunque es largo y duro... A media tarde, cuando ya estamos machacados y aturdidos por el constante viento, hemos de cruzar un ancho rio que parece amenazador. Tiene como 150 metros de ancho y el viento lo azota constantemente levantando pequeñas olas aquí y allí... Afortunadamente no es muy profundo, solo alguna que otra vez al agua nos llega a medio muslo, pero es gélido, resbaladizo y muy pedregoso. Hemos de prestar constantemente atención para no tropezar en las resbaladizas piedras. Lo cruzamos 3 veces, cada vez con una bicicleta entre los dos, aguantando el viento y salpicados por las pequeñas olas que este levanta.

Al final del día, ya muy cansados y helados de frio, no damos crédito a nuestros ojos cuando tras un repecho, protegido en una depresión, vemos un pequeño refugio de color blanco y rojo. Cuando un poco después tiramos de su puerta y comprobamos que está abierto, la felicidad no puede ser más grande. Es muy sencillo, una mesa, dos bancos y una plataforma para dormir, pero para nosotros es como el mejor hotel del mundo.
Somos felices, el sol nos acaricia, todo va bien y avanzamos en la ruta. La vida es bella...

Intentaremos cruzar la desconocida zona sur del enorme glaciar Hofsjökull. 120 kilómetros de desierto volcánico. ¿Habrá algún rastro o pista a seguir?.
Intentaremos cruzar la desconocida zona sur del enorme glaciar Hofsjökull. 120 kilómetros de desierto volcánico. ¿Habrá algún rastro o pista a seguir?.
Al final del día, muy cansados ​​y muertos de frío, no podemos creer lo que ven nuestros ojos cuando vemos una pequeña cabaña blanca y roja, en una depresión detrás de una fuerte pendiente.
Al final del día, muy cansados ​​y muertos de frío, no podemos creer lo que ven nuestros ojos cuando vemos una pequeña cabaña blanca y roja, en una depresión detrás de una fuerte pendiente.

Cruzamos el río helado en tres ocasiones, una sin bicicletas para comprobar la corriente y dos veces más con una bicicleta entre nosotros, sordos por el viento y mojados por el chapoteo de las pequeñas olas.


El horizonte helado

Dia 8. Otro nuevo día totalmente despejado. Hemos dormido muy bien pero podemos sentir el cansancio acumulado tras 7 días de continuo esfuerzo. Los brillantes glaciares resplandecen bajo el sol. A lo lejos podemos ver el mayor glaciar de Islandia y de Europa, el enorme Vatnajökull. Su visión nos trae recuerdos de otras aventuras en este increíble lugar. Hoy la ruta dará un brusco giro a la izquierda a través de una enorme área de cenizas volcánicas. La progresión es buena salvo en las zonas de roca donde enormes pedruscos nos hacen sudar la camiseta. El terreno asciende paulatinamente con empinadas rampas que nos obligan de vez en cuando a echar pie en tierra y empujar las pesadas bicicletas. El enorme glaciar de Høgjokull resplandece intensamente frente a nosotros. Uno se siente realmente insignificante en medio de este vasto lugar rodeado de ancestrales gigantes. Podemos sentir la palpitación de la tierra, las enormes fuerzas geológicas que se esconden amenazantes bajo las cenizas y el hielo... 

En el horizonte han aparecido bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll. Como siempre, es un día largo y duro... y por fin, al caer la tarde, con frío y viento, alcanzamos el refugio de Setrid. Está cerrado, pero afortunadamente podemos alojarnos en su vestíbulo. Estamos, como cada día, muy cansados. Mañana cruzaremos un estrecho collado entre el glaciar de Hofsjökull y el macizo de Kerlingarfjoll. Es un paso con el que hemos soñado largamente... ¿ira todo bien? ¿Sera transitable? Podremos pasarlo sin contratiempos? 

Durante la fría y clara noche, calientes en nuestros sacos de dormir, escuchamos el aullar del viento azotando los muros de la cabaña ...

Con frío y viento llegamos a la cabaña Setrid. Está cerrado, pero podemos usar la entrada. Nos sentimos muy cansados.
Con frío y viento llegamos a la cabaña Setrid. Está cerrado, pero podemos usar la entrada. Nos sentimos muy cansados.

Mañana cruzaremos un estrecho collado entre el glaciar de Hofsjökull y el macizo de Kerlingarfjoll. Es un paso con el que hemos soñado largamente... ¿ira todo bien?


Las montañas de Kerlingarfjoll

Dia 9-10. Hoy amanece con el cielo cubierto de nubes, pero afortunadamente no llueve. Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador. La ruta discurre hoy por pedregosos campos de lava que ascienden paulatinamente hacia el collado... Hay pedruscos por todos lados, rampas, escalones, ceniza volcánica. Una  tortura para nuestros machacados cuerpos... A pesar del frío sudamos como posesos. Las manos nos duelen, por no mencionar el creciente dolor en el trasero. Pero todo tiene un final, incluso la tortura más persistente. Así que felizmente, tras unas horas de machaque constante, en estos largos y agotadores campos de lava, atravesamos un viejo nevero, y llegamos finalmente a la cima del paso.


Tras el collado entramos en una enorme meseta donde podemos disfrutar de un emocionante descenso a buena velocidad. Somos felices y estamos en la mismísima gloria... Parece que después de situaciones donde tenemos que apretar los dientes, siempre recibimos, de una u otra manera, algo tipo compensación por el esfuerzo realizado. El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. Pensamos que no nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente... Más tarde, en un pedregoso descenso con fuerte inclinación, Anne Maria sufre una aparatosa caída. Está dolorida y un poco asustada, pero sin mayores consecuencias.

Después de este día agotador y tras cruzar incontables ríos y arroyos, alcanzamos, casi tambaleándonos, el refugio de Kerlingarfjoll. Decidimos tomarnos un día de descanso. Hemos trabajado incansablemente durante 9 días. Nos lo merecemos. La cuestión ahora es: ¿bajamos directamente hacia Gullfoss y desde ahí, volver a Reikjavik o continuamos 160 km por una ruta mucho más ardua y poco conocida hasta la costa oeste de Islandia? En realidad, todo está en manos de los dioses de la meteorología, y en nuestra capacidad de aguantar lo que nos aguarda...


En el horizonte han aparecido unas bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll.
En el horizonte han aparecido unas bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll.
Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador.
Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador.
El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. No nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente...
El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. No nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente...

Hveravellir Hut

Dia 11. Después de un día de merecido descanso abandonamos el refugio temprano en la mañana del día once. Finalmente, y siguiendo como siempre, nuestra tradición masoquista, nos hemos decidido por la opción más larga e incierta la ruta hacia la costa oeste a través de terreno salvaje y desconocido rodeando por el norte el glaciar Langjokull. El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia. El viento es muy fuerte y frio, como es habitual en aquí. Mas tarde sale el sol seguido de lluvia Es un conocido fenómeno que en esta tierra  se pueden experimentar, casi a la vez, y en el transcurso de un corto intervalo de tiempo... las 4 estaciones del año... Con frio y algo aturdidos por el constante viento, apretamos los dientes y seguimos avanzando. Por la tarde, tras muchos kilómetros, alcanzamos el idílico refugio de Hveravellir donde compartimos una pequeña cabaña con otras 2 personas. El viento sopla muy fuerte y hace mucho frio.

El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia.
El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia.
La acogedora y cálida cabaña de Hveravellir, un oasis en medio del frío desierto.
La acogedora y cálida cabaña de Hveravellir, un oasis en medio del frío desierto.

A través de la niebla

Dia 12. Pasamos una noche muy agradable en la cabaña. Hemos entablado una buena amistad con una valiente chica checoslovaca que lleva más de un mes de travesía en solitario por la isla. No es cosa pequeña. Es realmente admirable. Hay que tener redaños para ello. También conocemos a simpático piloto de avión que recorre las tierras altas en su Quad todoterreno. 

Cuando dejamos la cabaña, hace mucho frio, el viento sigue siendo muy fuerte y negros nubarrones oscurecen el horizonte. Amenaza lluvia y las perspectivas de buen tiempo son poco halagüeñas. Seguimos la Kjölurveg durante 12 km más o menos y después, girando a la izquierda, nos metemos otra vez en zona salvaje. Avanzamos por una pista relativamente buena al principio, pero que se hace muy pedregosa y más exigente después. Apenas tenemos referencias de esta ruta y sentimos una cierta inquietud por lo que nos podamos encontrar. 

Algunas rampas brutales nos hacen realmente sudar la camiseta, pero esto es el menú habitual en estas tierras, así que estoicos y sufridos, no hay otra alternativa, seguimos adelante. Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como autómatas durante muchos kilómetros. Estamos en lo que parece ser un alto plateau, pero no vemos nada, solo niebla y lluvia. Al cabo de unas horas esta ha penetrado casi por completo las 2 capas de Goretex de nuestras chaquetas. La perspectiva de dormir mojados nos deprime. Pero no hay nada que podamos hacer salvo aguantar y seguir tirando. El camino es difícil de encontrar algunas veces, y es solo gracias al track del gps que podemos avanzar a través de la niebla y la lluvia. 

Al final del día encontramos un sitio algo protegido donde montamos el campamento. Todo está mojado, húmedo y frio, pero tras ponernos las chaquetas de plumas y meternos una buena sopa caliente, recuperamos algo de calor y la noche no es tan mala...

Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como robots durante muchos km. Lluvia y más lluvia.
Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como robots durante muchos km. Lluvia y más lluvia.

Todo está mojado, húmedo y frío, pero después de ponernos los plumíferos y tomar una buena sopa caliente recuperamos algo del calor, y la noche no es tan mala ...
Todo está mojado, húmedo y frío, pero después de ponernos los plumíferos y tomar una buena sopa caliente recuperamos algo del calor, y la noche no es tan mala ...

Seguimos una pista apenas marcada, pasable al principio, pero luego muy rocosa y difícil. Solo tenemos vagas referencias a esta ruta.


Hacia el mar

Dia 13. El día ha amanecido con lluvia, pero afortunadamente esta cesa al cabo de un rato. Nerviosos rezamos a todo lo "rezable" para que siga así. Ponerse la ropa mojada es una prueba realmente desagradable y ansiamos empezar a pedalear para entrar en calor... Pedaleamos con frío y poca visibilidad. Y desgraciadamente la lluvia hace de nuevo, acto de presencia. La pista es realmente horrible, enormes pedruscos nos hacen sudar tinta, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón. Entre la niebla podemos sentir la potente presencia del enorme glaciar de Langjökull cuyo extremo norte estamos rodeando, antes de comenzar el ansiado descenso hacia la costa oeste. En las paradas nos refugiamos en nuestra bolsa de viento la cual nos da un poco de calorcillo y protección.

La dureza de la pista está más allá de toda duda. Rampas despiadadas se suceden unas tras otras. Algunas de ellas son realmente agotadoras y nos obligan a empujar las pesadas bicicletas. Bastante cansados, nos preguntamos cuanto durará todo esto. Pero la única manera de saberlo es siguiendo adelante. El campo de lava parece no acabarse nunca y empezamos a acusar el esfuerzo continuo...

Horas más tarde, cuando por fin empezamos a perder altura poco a poco, la temperatura se suaviza ligeramente. La niebla se abre de vez en cuando, dejándonos adivinar prados de musgo volcánico y de vez en cuando algún lago... Tras tanto tiempo en este mundo mineral inerte estos pequeños destellos de vida nos alegran el alma.

Horas más tarde, cuando por fin empezamos a perder altura poco a poco, la temperatura se suaviza ligeramente. La niebla se abre de vez en cuando, dejándonos adivinar prados de musgo volcánico y de vez en cuando algún lago... Tras tanto tiempo en este mundo mineral inerte estos pequeños destellos de vida nos alegran el alma

Montamos el campamento totalmente derrengados pero alegres de saber que a partir de mañana ya todo será mayormente en descenso y el frio intenso quedara atrás...

La pista es terrible, grandes rocas nos hacen sudar sangre, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón  ...
La pista es terrible, grandes rocas nos hacen sudar sangre, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón ...

Entre la niebla podemos sentir la presencia del gran glaciar de Langjökull cuya vertiente norte estamos rodeando...


Vuelta a la vida

Dia 14. Temprano, como cada día, desmontamos el campamento. El tiempo sigue gris y nublado, pero por el momento no llueve mientras pedaleamos por la pista que poco a poco nos acerca a la costa. Por fin el tan ansiado descenso. Bajamos rápidos, nos sentimos como volando. Nuestros cuerpos lo agradecen enormemente después de tantos días de interminables esfuerzos. La temperatura se dulcifica cada vez más y el paisaje nos devuelve poco a poco el color y el olor de la vida. Atrás queda el mundo mineral y gélido, tremendamente inhóspito y en blanco y negro, de los misteriosos "Highlands". 

Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría, es algo profundo y difícil de explicar pero que es la esencia de todo lo que nos hace emprender estos viajes. 

Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.

Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría...
Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría...
Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.
Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.

EPILOGO

El viaje es historia ya. Hemos recorrido cientos de kilómetros, atravesando desiertos, montañas, valles, ríos e innumerables obstáculos. Ha sido realmente duro, quizás la ruta más difícil de las 3 que hemos realizado en este indescriptible país. Ya no somos jóvenes, lo éramos ya hace mucho, pero nuestros viajes, en vez de ser más fáciles, son cada vez más exigentes ¿Será que gran parte de lo que necesitamos para poder enfrentar retos exigentes reside en el corazón y en el alma, no necesariamente sólo en lo físico? ¿Quién sabe? 

Desde luego nosotros no hemos pensado ni por un momento en dejar de afrontar estas aventuras, el mundo es demasiado fascinante y misterioso como para renunciar a ellas...



PORQUE FATBIKES?

En nuestra opinión, las fatbikes son la mejor alternativa a nuestro tipo de viajes "expedición".
Desde el día en que comprobamos por primera vez cómo se comportan, no hay forma de volver a otro tipo de bicicletas.
Superan casi todo tipo de obstáculos, arena, ceniza, arcilla, rocas, grava, nieve y hielo, ríos m.m. ...
Técnicamente más simples, sin suspensión y solo 1:11 marchas, lo que reducen el riesgo de que algo se rompa.
Alcanzan velocidades suficientemente altas independientemente del terreno
Muy buenas escaladoras y muy estables.
Cómodas de montar.
Tienen un aspecto muy "chulo"
El  sonido de los neumáticos cuando ruedan es muy agradable y "cuando ruedan, ruedan de verdad".
Son auténticos caballos de batalla, lo que nos conviene perfectamente para este tipo de viajes que realizamos.


VIDEO:

Estamos trabajando activamente en la producción de un video sobre el viaje. Estará terminado en poco tiempo.


THROUGH THE WALL OF WIND

I duck my head, clinging tightly to the handlebars of my fatbike. The wind is so strong that every step is a battle. It's fierce and merciless. it feels like we are penetrating a wall. Shortly before, a sudden gust had violently dismounted Anne Maria from her bike. There is no place to take cover. We feel very unprotected. This is madness

Text: Fernando del Valle Bravo and Anne María Lund - Photos: Fernando del Valle Bravo


Leaving civilization behind

Day 1. Early departure from Reykjavík. In Vik i Myrdal, on the last bus that should have taken us to the vicinity of the small village of Kirkjubæjarklaustur, the driver cannot find room for the heavily loaded bicycles. We have to pedal the 40 km asphalted Ring Road 1 to the beginning of the track.

The day is fabulous and the road is easy. After about 4 hours we reach the proper start of the route. We enter the comfortable R-209 track and shortly after we take the more demanding F-232 which penetrates into the bowels of the mind-blowing Landmanalaugar.

In the evening, with the sun still high on the horizon, we we set up CAMP 1 in a beautiful meadow by the fierce Leira River.

In front of us rise the huge, white, and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes between lava fields and idyllic slopes covered with moss and deep green grass. Beauty and magic combine with menacing, dark forces that seem to come from hell itself.

A great peace envelops us, but we can´t help a feeling of unease and dread creeps over us.

Iceland does not give anything for free and we know that we will be sorely tested in the days ahead. 

The adventure has begun.

Before us rise the huge, white and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes amidst lava fields and idyllic moss-covered slopes and deep green grass.
Before us rise the huge, white and immaculate Eyjafjallajökull and Katla volcanoes amidst lava fields and idyllic moss-covered slopes and deep green grass.
At dusk, with the sun still high on the horizon, we found a beautiful spot next to the intimidating Leira River, where we set up Camp 1.
At dusk, with the sun still high on the horizon, we found a beautiful spot next to the intimidating Leira River, where we set up Camp 1.

A great peace envelops us, although a feeling of uneasiness and fear takes hold of us. We know very well that Iceland doesn't give anything for free ...


Entering a primordial world

Dia 2. We wake up to what looks like it is going to be a beautiful day. The glaciers are glowing brightly and the green of the meadows is even more intense than the previous afternoon. The river roars nearby.

The track, stony and demanding, winds gently upwards through a huge lava field, a remnant of the huge explosion of the Laki volcano in 1783. Its eruption opened a long rift with 130 craters and spewed out huge quantities of sulphurous gases for 8 months. More than 20% of the Icelandic population perished, devastating almost all farms and livestock. A thick sulphur-containing haze, spread to Western Europe and caused thousands of deaths. In North America, the winter of 1784 was the longest and coldest winter ever known.

With these things in mind we pedalled slowly into this desolate landscape which, over the course of time, has become an attractive scene of strange beauty almost impossible to describe.

The track snakes relentlessly between the lava fields. Sometimes it climbs gently, sometimes brutally. Often we are forced to put our feet on the ground, and panting and sweating, push the heavy bikes forward.

Little by little we enter this kingdom of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours, dreamlike waterfalls and icy rivers that make us shiver with cold when we cross them... The temperature is mild, the sun occasionally peeps through the clouds, although we feel cold when it disappears behind them.

Gradually advancing through these inhospitable landscapes, we can't help but feel a certain uneasiness. Will we be able to complete our objective and cross the island from coast to coast? Only time will give us an answer...

In the late afternoon, quite tired, we set up CAMP 2 next to a meandering river in a beautiful meadow covered with soft green moss.

Above us the track snakes through rugged mountains that promise tough climbs. But that's for tomorrow and tomorrow is a long way off ...

Beauty and magic combine with menacing, dark forces that seem to come from hell itself ...

Little by little we penetrate into this realm of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours ...
Little by little we penetrate into this realm of "Mordor" surrounded by mountains of strange shapes and incredible colours ...

Relentless rain. Iceland reveals its worst face.

Dia 3. Negros nubarrones cubren el cielo en la mañana del día 3. Un viento racheado zarandea la tela de la tienda. Nuestro más temido enemigo amenaza: Lluvia. Con lluvia no hay Goretex ni tejido moderno que valga, después de unas horas bajo ella todo acaba mojado, frio, deprimente y desagradable ...

Las primeras rampas son muy empinadas, empujamos las bicicletas apuntalando bien los pies en el pedregoso terreno para no resbalar hacia abajo. Mas tarde el cielo descarga una lluvia fría y persistente que no cesa en todo el día. Estamos deprimidos y preocupados pensando en lo muy desagradable que es el dormir mojado... La progresión es lenta, empinadas rampas se suceden unas tras otras. En una ocasión nos equivocamos de pista tomando otra que nos lleva a un inhabitado refugio donde nos podemos proteger por un rato corto de la lluvia persistente. Desafortunadamente hemos de rehacer 3 kilómetros muy empinados para volver a la ruta correcta.

Algo después un impetuoso río, muy crecido por la lluvia, nos obliga a cruzarlo dos veces con extremo cuidado. El agua nos llega casi hasta la parte alta de los muslos acabando todavía más mojados... El frio es intenso y la moral decae. 

Después de unas horas interminables bajo la lluvia, el frío y la niebla, llegamos la algo más fácil pista F-208. En ese momento, el cielo se abre y suelta una tremenda lluvia que nos deja totalmente empapados.
Después de unas horas interminables bajo la lluvia, el frío y la niebla, llegamos la algo más fácil pista F-208. En ese momento, el cielo se abre y suelta una tremenda lluvia que nos deja totalmente empapados.

Estamos deprimidos y preocupados pensando en lo muy desagradable que es el dormir mojado... 

Mientras que tratamos de secarnos un poco, aparece un todo terreno que, con grandes dificultades, consigue atravesar la furiosa corriente. Sus ocupantes nos aseguran que a 20 kilómetros podremos encontrar un refugio donde pernoctar. Esto nos da nuevos ánimos, pero 20 kilómetros en Islandia no se hacen rápidamente. Apretamos los dientes y continuamos kilómetro tras kilómetro.

Al cabo de unas horas eternas bajo la lluvia, el frio y la niebla, alcanzamos la más sencilla pista F-208. En ese momento los cielos se descerrajan dejando caer tal tromba de agua que cuando por fin llegamos al refugio, esta chorrea de cada molécula de nuestros cuerpos. 

Pero eso ya no importa, esta noche dormiremos a cubierto en secos y mullidos colchones y podremos secar la ropa. La vida sonríe de nuevo...


Landmanalaugar, el país de cuento de Hadas 

Dia 4. Cuando nos levantamos, el sol brilla alto en un bello cielo azul, y el aire parece estar lleno de nuevas promesas. Hoy la ruta nos conducirá hasta el mismo corazón de Landmanalaugar, unos de los lugares más impresionantes de todo Islandia. La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio. El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos. Es de una extraña belleza, parece no pertenecer a este mundo, como salido directamente de un cuento de hadas... Mudos y asombrados recorremos kilómetro tras kilómetro estos parajes, hoy afortunadamente acariciados por los suaves rayos del sol. Cruzamos incontables ríos y arroyos, unas fáciles otros más exigentes.

El día ha sido largo y duro, y al caer la tarde llegamos por fin al refugio de Landmanaulagar. Estamos contentos y satisfechos, poco a poco vamos avanzando en la ruta a pesar de las dificultades...

El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos.
El paisaje que paulatinamente se va abriendo ante nosotros nos deja enmudecidos.
La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio.
La pista es más sencilla que en anteriores días, pero sigue siendo exigente, con tremendas rampas sobre todo al principio.
La temperatura es suave, el sol aparece de vez en cuando entre las nubes, aunque nos tenemos frio cuando desaparece detrás de ellas.
La temperatura es suave, el sol aparece de vez en cuando entre las nubes, aunque nos tenemos frio cuando desaparece detrás de ellas.

El paisaje que poco a poco se abre frente a nosotros, nos deja sin habla por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar ...

El paisaje nos deja boquiabiertos por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar. Enmudecidos de admiración, pedaleamos kilómetro tras kilómetro ...
El paisaje nos deja boquiabiertos por su extraña belleza, nada de lo que hemos visto antes se le puede comparar. Enmudecidos de admiración, pedaleamos kilómetro tras kilómetro ...

El muro de viento

Dia 5. Este día nos saluda con enjambres de pequeñas moscas que intentan penetrar en nuestras bocas, ojos, oídos o en donde sea... ¡es sumamente irritante! Pero nada podemos hacer, así que nos armamos de paciencia y procuramos ignorarlas.

El día transcurre sin muchas incidencias, el paisaje es impresionante, el tiempo es bueno, suave temperatura y la pista bastante decente con algunas rampas, pero en general todo el recorrido es en suave descenso.

Por la tarde llegamos a un enorme campo de cenizas volcánicas a los pies del majestuoso volcán Hekla ("Puerta del Infierno"). Tiene una altura de 1.491 metros estando su ladera noroeste cubierta completamente de refulgentes glaciares. Es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en tiempos históricos. Poco antes de alcanzar la carretera F-26, que seguiremos solamente por 4 kilómetros,

Al atardecer el viento se convierte casi de repente en un auténtico huracán. Es increíble, es casi imposible avanzar un paso... Es como un muro invisible... Al principio estamos protegidos por los campos de lava, pero más adelante, cuando salimos de ellos, nos azota con brutal fuerza. Intentamos pedalear algunos metros, pero Anna María es desmontada violentamente por una brutal ráfaga que da con sus huesos en el suelo ...

Afortunadamente la caída no tiene consecuencias, pero nos mete el susto en el cuerpo... Finalmente, tras no sé cuántas horas luchando contra este feroz viento, conseguimos alcanzar un sitio algo protegido donde, no sin dificultades, conseguimos montar el campamento...

Estamos agotados. ¿Qué pasa si este viento continúa durante días? ¿Podremos seguir avanzando en la ruta? ...

El paisaje es extranamente hermoso, el tiempo es bueno, la temperatura es suave y la pista es fácil de pedalear con algunas subidas, pero en general toda la ruta va en un ligero descenso.
El paisaje es extranamente hermoso, el tiempo es bueno, la temperatura es suave y la pista es fácil de pedalear con algunas subidas, pero en general toda la ruta va en un ligero descenso.
El volcán Hekla ("Puerta del Infierno") a 1.491 metros, con su cara norte cubierto por glaciares, es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en el tiempo histórico.
El volcán Hekla ("Puerta del Infierno") a 1.491 metros, con su cara norte cubierto por glaciares, es el volcán más activo de Islandia con más de 20 erupciones en el tiempo histórico.

Después de no sé cuántas horas de batalla contra este violententísimo viento estamos exhaustos. ¿Qué pasa si continúa durante varios días?


El desierto volcánico

Día 6. La mañana siguiente amanece gris y lluviosa, pero el viento, aunque fuerte, ya no es huracanado.

Hoy entramos en la parte más emocionante e incierta de la ruta. Intentaremos recorrer en 3-4 días la desconocida y poco transitada zona sur del enorme glaciar del Hofsjökull y alcanzar el refugio de Kerlingarfjoll al pie de las fascinantes montañas del mismo nombre. 120 kilómetros de desierto volcánico. Las dudas aparecen constantemente en nuestros pensamientos... ¿Habrá pista? ¿Sera esta fácil de seguir? ¿Cuántos ríos hemos de cruzar, serán factibles? Todas estas cuestiones y otras más nos cruzan la cabeza, mientras que escalamos por una pedregosa pista, los 300 metros de desnivel que nos sitúan en la entrada de este enorme plato...

Hoy estamos muy cansados así que decidimos montar el campamento al cabo de unas pocas horas. Encontramos una pequeña depresión protegida del viento. El sitio es precioso, un verde prado lleno de flores y un pequeño arroyo... mejor imposible...

Apenas hemos recorrido 15 kilómetros hoy, pero debido al cansancio acumulado, decidimos darnos unas merecidas horas extra de descanso. Lo merecemos.

Hoy acampamos temprano en un pequeño valle protegido del viento. El lugar es hermoso, un prado verde lleno de hermosas plantas y un pequeño arroyo ... no podría ser mejor ...
Hoy acampamos temprano en un pequeño valle protegido del viento. El lugar es hermoso, un prado verde lleno de hermosas plantas y un pequeño arroyo ... no podría ser mejor ...

Hoy entramos en la parte más emocionante e incierta de la ruta. Intentaremos recorrer en 3-4 días la desconocida y poco transitada zona sur del enorme glaciar del Hofsjökull y alcanzar el refugio de Kerlingarfjoll.


El alto plateau

Día 7. El séptimo día amanece fantástico y aunque un viento frio y constante nos azota, no se ve ni una sola nube en el cielo. Es día es tan claro y azul que podemos ver prácticamente todo lo que nos rodea de horizonte a horizonte... La pista al principio es pedregosa y empinada y serpentea ganando altura paulatinamente. Es en estos magníficos días cuando todo este arduo viaje adquiere su sentido plenamente. Pero esto es difícil de explicar con palabras, es algo que hay que vivir...

El día pasa al principio sin apenas incidencias, aunque es largo y duro... A media tarde, cuando ya estamos machacados y aturdidos por el constante viento, hemos de cruzar un ancho rio que parece amenazador. Tiene como 150 metros de ancho y el viento lo azota constantemente levantando pequeñas olas aquí y allí... Afortunadamente no es muy profundo, solo alguna que otra vez al agua nos llega a medio muslo, pero es gélido, resbaladizo y muy pedregoso. Hemos de prestar constantemente atención para no tropezar en las resbaladizas piedras. Lo cruzamos 3 veces, cada vez con una bicicleta entre los dos, aguantando el viento y salpicados por las pequeñas olas que este levanta.

Al final del día, ya muy cansados y helados de frio, no damos crédito a nuestros ojos cuando tras un repecho, protegido en una depresión, vemos un pequeño refugio de color blanco y rojo. Cuando un poco después tiramos de su puerta y comprobamos que está abierto, la felicidad no puede ser más grande. Es muy sencillo, una mesa, dos bancos y una plataforma para dormir, pero para nosotros es como el mejor hotel del mundo.
Somos felices, el sol nos acaricia, todo va bien y avanzamos en la ruta. La vida es bella...

Intentaremos cruzar la desconocida zona sur del enorme glaciar Hofsjökull. 120 kilómetros de desierto volcánico. ¿Habrá algún rastro o pista a seguir?.
Intentaremos cruzar la desconocida zona sur del enorme glaciar Hofsjökull. 120 kilómetros de desierto volcánico. ¿Habrá algún rastro o pista a seguir?.
Al final del día, muy cansados ​​y muertos de frío, no podemos creer lo que ven nuestros ojos cuando vemos una pequeña cabaña blanca y roja, en una depresión detrás de una fuerte pendiente.
Al final del día, muy cansados ​​y muertos de frío, no podemos creer lo que ven nuestros ojos cuando vemos una pequeña cabaña blanca y roja, en una depresión detrás de una fuerte pendiente.

Cruzamos el río helado en tres ocasiones, una sin bicicletas para comprobar la corriente y dos veces más con una bicicleta entre nosotros, sordos por el viento y mojados por el chapoteo de las pequeñas olas.


El horizonte helado

Dia 8. Otro nuevo día totalmente despejado. Hemos dormido muy bien pero podemos sentir el cansancio acumulado tras 7 días de continuo esfuerzo. Los brillantes glaciares resplandecen bajo el sol. A lo lejos podemos ver el mayor glaciar de Islandia y de Europa, el enorme Vatnajökull. Su visión nos trae recuerdos de otras aventuras en este increíble lugar. Hoy la ruta dará un brusco giro a la izquierda a través de una enorme área de cenizas volcánicas. La progresión es buena salvo en las zonas de roca donde enormes pedruscos nos hacen sudar la camiseta. El terreno asciende paulatinamente con empinadas rampas que nos obligan de vez en cuando a echar pie en tierra y empujar las pesadas bicicletas. El enorme glaciar de Høgjokull resplandece intensamente frente a nosotros. Uno se siente realmente insignificante en medio de este vasto lugar rodeado de ancestrales gigantes. Podemos sentir la palpitación de la tierra, las enormes fuerzas geológicas que se esconden amenazantes bajo las cenizas y el hielo... 

En el horizonte han aparecido bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll. Como siempre, es un día largo y duro... y por fin, al caer la tarde, con frío y viento, alcanzamos el refugio de Setrid. Está cerrado, pero afortunadamente podemos alojarnos en su vestíbulo. Estamos, como cada día, muy cansados. Mañana cruzaremos un estrecho collado entre el glaciar de Hofsjökull y el macizo de Kerlingarfjoll. Es un paso con el que hemos soñado largamente... ¿ira todo bien? ¿Sera transitable? Podremos pasarlo sin contratiempos? 

Durante la fría y clara noche, calientes en nuestros sacos de dormir, escuchamos el aullar del viento azotando los muros de la cabaña ...

Con frío y viento llegamos a la cabaña Setrid. Está cerrado, pero podemos usar la entrada. Nos sentimos muy cansados.
Con frío y viento llegamos a la cabaña Setrid. Está cerrado, pero podemos usar la entrada. Nos sentimos muy cansados.

Mañana cruzaremos un estrecho collado entre el glaciar de Hofsjökull y el macizo de Kerlingarfjoll. Es un paso con el que hemos soñado largamente... ¿ira todo bien?


Las montañas de Kerlingarfjoll

Dia 9-10. Hoy amanece con el cielo cubierto de nubes, pero afortunadamente no llueve. Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador. La ruta discurre hoy por pedregosos campos de lava que ascienden paulatinamente hacia el collado... Hay pedruscos por todos lados, rampas, escalones, ceniza volcánica. Una  tortura para nuestros machacados cuerpos... A pesar del frío sudamos como posesos. Las manos nos duelen, por no mencionar el creciente dolor en el trasero. Pero todo tiene un final, incluso la tortura más persistente. Así que felizmente, tras unas horas de machaque constante, en estos largos y agotadores campos de lava, atravesamos un viejo nevero, y llegamos finalmente a la cima del paso.


Tras el collado entramos en una enorme meseta donde podemos disfrutar de un emocionante descenso a buena velocidad. Somos felices y estamos en la mismísima gloria... Parece que después de situaciones donde tenemos que apretar los dientes, siempre recibimos, de una u otra manera, algo tipo compensación por el esfuerzo realizado. El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. Pensamos que no nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente... Más tarde, en un pedregoso descenso con fuerte inclinación, Anne Maria sufre una aparatosa caída. Está dolorida y un poco asustada, pero sin mayores consecuencias.

Después de este día agotador y tras cruzar incontables ríos y arroyos, alcanzamos, casi tambaleándonos, el refugio de Kerlingarfjoll. Decidimos tomarnos un día de descanso. Hemos trabajado incansablemente durante 9 días. Nos lo merecemos. La cuestión ahora es: ¿bajamos directamente hacia Gullfoss y desde ahí, volver a Reikjavik o continuamos 160 km por una ruta mucho más ardua y poco conocida hasta la costa oeste de Islandia? En realidad, todo está en manos de los dioses de la meteorología, y en nuestra capacidad de aguantar lo que nos aguarda...


En el horizonte han aparecido unas bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll.
En el horizonte han aparecido unas bellísimas cimas cubiertas de resplandecientes neveros. Es el fascinante macizo del Kerlingarfjoll.
Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador.
Como desayuno una de las rampas más brutales en nuestra historia. Hemos de empujar las bicis haciendo esfuerzos para no rodar cuesta abajo. Es agotador.
El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. No nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente...
El paisaje al otro lado es increíble. Mucho más verdoso en esta vertiente. Totalmente primigenio y lleno de magia. No nos resultaría extraño ver aparecer un dinosaurio de repente...

Hveravellir Hut

Dia 11. Después de un día de merecido descanso abandonamos el refugio temprano en la mañana del día once. Finalmente, y siguiendo como siempre, nuestra tradición masoquista, nos hemos decidido por la opción más larga e incierta la ruta hacia la costa oeste a través de terreno salvaje y desconocido rodeando por el norte el glaciar Langjokull. El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia. El viento es muy fuerte y frio, como es habitual en aquí. Mas tarde sale el sol seguido de lluvia Es un conocido fenómeno que en esta tierra  se pueden experimentar, casi a la vez, y en el transcurso de un corto intervalo de tiempo... las 4 estaciones del año... Con frio y algo aturdidos por el constante viento, apretamos los dientes y seguimos avanzando. Por la tarde, tras muchos kilómetros, alcanzamos el idílico refugio de Hveravellir donde compartimos una pequeña cabaña con otras 2 personas. El viento sopla muy fuerte y hace mucho frio.

El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia.
El tiempo es desapacible y ventoso con lluvia en el ambiente. Tras unas pocas horas alcanzamos la Kjölurveg, una de las más famosas rutas en bicicleta de Islandia.
La acogedora y cálida cabaña de Hveravellir, un oasis en medio del frío desierto.
La acogedora y cálida cabaña de Hveravellir, un oasis en medio del frío desierto.

A través de la niebla

Dia 12. Pasamos una noche muy agradable en la cabaña. Hemos entablado una buena amistad con una valiente chica checoslovaca que lleva más de un mes de travesía en solitario por la isla. No es cosa pequeña. Es realmente admirable. Hay que tener redaños para ello. También conocemos a simpático piloto de avión que recorre las tierras altas en su Quad todoterreno. 

Cuando dejamos la cabaña, hace mucho frio, el viento sigue siendo muy fuerte y negros nubarrones oscurecen el horizonte. Amenaza lluvia y las perspectivas de buen tiempo son poco halagüeñas. Seguimos la Kjölurveg durante 12 km más o menos y después, girando a la izquierda, nos metemos otra vez en zona salvaje. Avanzamos por una pista relativamente buena al principio, pero que se hace muy pedregosa y más exigente después. Apenas tenemos referencias de esta ruta y sentimos una cierta inquietud por lo que nos podamos encontrar. 

Algunas rampas brutales nos hacen realmente sudar la camiseta, pero esto es el menú habitual en estas tierras, así que estoicos y sufridos, no hay otra alternativa, seguimos adelante. Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como autómatas durante muchos kilómetros. Estamos en lo que parece ser un alto plateau, pero no vemos nada, solo niebla y lluvia. Al cabo de unas horas esta ha penetrado casi por completo las 2 capas de Goretex de nuestras chaquetas. La perspectiva de dormir mojados nos deprime. Pero no hay nada que podamos hacer salvo aguantar y seguir tirando. El camino es difícil de encontrar algunas veces, y es solo gracias al track del gps que podemos avanzar a través de la niebla y la lluvia. 

Al final del día encontramos un sitio algo protegido donde montamos el campamento. Todo está mojado, húmedo y frio, pero tras ponernos las chaquetas de plumas y meternos una buena sopa caliente, recuperamos algo de calor y la noche no es tan mala...

Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como robots durante muchos km. Lluvia y más lluvia.
Empieza a llover y la niebla nos envuelve. No vemos nada. Avanzamos como robots durante muchos km. Lluvia y más lluvia.

Todo está mojado, húmedo y frío, pero después de ponernos los plumíferos y tomar una buena sopa caliente recuperamos algo del calor, y la noche no es tan mala ...
Todo está mojado, húmedo y frío, pero después de ponernos los plumíferos y tomar una buena sopa caliente recuperamos algo del calor, y la noche no es tan mala ...

Seguimos una pista apenas marcada, pasable al principio, pero luego muy rocosa y difícil. Solo tenemos vagas referencias a esta ruta.


Hacia el mar

Dia 13. El día ha amanecido con lluvia, pero afortunadamente esta cesa al cabo de un rato. Nerviosos rezamos a todo lo "rezable" para que siga así. Ponerse la ropa mojada es una prueba realmente desagradable y ansiamos empezar a pedalear para entrar en calor... Pedaleamos con frío y poca visibilidad. Y desgraciadamente la lluvia hace de nuevo, acto de presencia. La pista es realmente horrible, enormes pedruscos nos hacen sudar tinta, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón. Entre la niebla podemos sentir la potente presencia del enorme glaciar de Langjökull cuyo extremo norte estamos rodeando, antes de comenzar el ansiado descenso hacia la costa oeste. En las paradas nos refugiamos en nuestra bolsa de viento la cual nos da un poco de calorcillo y protección.

La dureza de la pista está más allá de toda duda. Rampas despiadadas se suceden unas tras otras. Algunas de ellas son realmente agotadoras y nos obligan a empujar las pesadas bicicletas. Bastante cansados, nos preguntamos cuanto durará todo esto. Pero la única manera de saberlo es siguiendo adelante. El campo de lava parece no acabarse nunca y empezamos a acusar el esfuerzo continuo...

Horas más tarde, cuando por fin empezamos a perder altura poco a poco, la temperatura se suaviza ligeramente. La niebla se abre de vez en cuando, dejándonos adivinar prados de musgo volcánico y de vez en cuando algún lago... Tras tanto tiempo en este mundo mineral inerte estos pequeños destellos de vida nos alegran el alma.

Horas más tarde, cuando por fin empezamos a perder altura poco a poco, la temperatura se suaviza ligeramente. La niebla se abre de vez en cuando, dejándonos adivinar prados de musgo volcánico y de vez en cuando algún lago... Tras tanto tiempo en este mundo mineral inerte estos pequeños destellos de vida nos alegran el alma

Montamos el campamento totalmente derrengados pero alegres de saber que a partir de mañana ya todo será mayormente en descenso y el frio intenso quedara atrás...

La pista es terrible, grandes rocas nos hacen sudar sangre, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón  ...
La pista es terrible, grandes rocas nos hacen sudar sangre, pero poco a poco vamos avanzando. Cabezotas somos un montón ...

Entre la niebla podemos sentir la presencia del gran glaciar de Langjökull cuya vertiente norte estamos rodeando...


Vuelta a la vida

Dia 14. Temprano, como cada día, desmontamos el campamento. El tiempo sigue gris y nublado, pero por el momento no llueve mientras pedaleamos por la pista que poco a poco nos acerca a la costa. Por fin el tan ansiado descenso. Bajamos rápidos, nos sentimos como volando. Nuestros cuerpos lo agradecen enormemente después de tantos días de interminables esfuerzos. La temperatura se dulcifica cada vez más y el paisaje nos devuelve poco a poco el color y el olor de la vida. Atrás queda el mundo mineral y gélido, tremendamente inhóspito y en blanco y negro, de los misteriosos "Highlands". 

Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría, es algo profundo y difícil de explicar pero que es la esencia de todo lo que nos hace emprender estos viajes. 

Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.

Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría...
Unas horas más tarde podemos vislumbrar por fin a lo lejos, el mar. Lo hemos conseguido. Nos embarga una profunda emoción y calmada alegría...
Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.
Pasamos una noche maravillosa entre caballos, ovejas y encantadoras personas en una "Guesthouse" a 30 km de Blönduos donde finalizaremos mañana nuestro increíble viaje.

EPILOGO

El viaje es historia ya. Hemos recorrido cientos de kilómetros, atravesando desiertos, montañas, valles, ríos e innumerables obstáculos. Ha sido realmente duro, quizás la ruta más difícil de las 3 que hemos realizado en este indescriptible país. Ya no somos jóvenes, lo éramos ya hace mucho, pero nuestros viajes, en vez de ser más fáciles, son cada vez más exigentes ¿Será que gran parte de lo que necesitamos para poder enfrentar retos exigentes reside en el corazón y en el alma, no necesariamente sólo en lo físico? ¿Quién sabe? 

Desde luego nosotros no hemos pensado ni por un momento en dejar de afrontar estas aventuras, el mundo es demasiado fascinante y misterioso como para renunciar a ellas...



PORQUE FATBIKES?

En nuestra opinión, las fatbikes son la mejor alternativa a nuestro tipo de viajes "expedición".
Desde el día en que comprobamos por primera vez cómo se comportan, no hay forma de volver a otro tipo de bicicletas.
Superan casi todo tipo de obstáculos, arena, ceniza, arcilla, rocas, grava, nieve y hielo, ríos m.m. ...
Técnicamente más simples, sin suspensión y solo 1:11 marchas, lo que reducen el riesgo de que algo se rompa.
Alcanzan velocidades suficientemente altas independientemente del terreno
Muy buenas escaladoras y muy estables.
Cómodas de montar.
Tienen un aspecto muy "chulo"
El  sonido de los neumáticos cuando ruedan es muy agradable y "cuando ruedan, ruedan de verdad".
Son auténticos caballos de batalla, lo que nos conviene perfectamente para este tipo de viajes que realizamos.


VIDEO:

Estamos trabajando activamente en la producción de un video sobre el viaje. Estará terminado en poco tiempo.